Todos sabemos que cuando nos referimos a un alimento "Natural" estamos dando por hecho que es un alimento que no lleva productos transgénicos, en el caso de la verdura o fruta, o que proviene de animales que viven en libertad, como puede ser el caso de los huevos o el queso. Por supuesto, gran parte de esto es mera fantasía, pero vende.

Desafortunadamente, cualquier fabricante puede poner la etiqueta de "Natural" o "100% Natural" en sus productos aunque esto no sea completamente cierto, haciendo parecer que un producto "Natural" es incluso mejor que uno "orgánico". La descripción que da la UE para un alimento "natural", describe el significado vagamente como un alimento que ha sido sometido a un "procesamiento mínimo", que también excluye el uso de ingredientes artificiales y colorantes agregados.

Pero la carne de animales que fue tratada con hormonas artificiales y que fue inyectada como solución salina para agregar sabor, aún se puede publicitar como "natural", por nombrar solo un ejemplo entre muchos otros. En otras palabras, el predicado "natural" a menudo no tiene relacion con la composición final del producto.

Por el contrario, el término "orgánico" está claramente definido y altamente regulado en la mayoría de los países europeos, aunque los estándares varían. Entonces, ¿cómo pueden los consumidores saber realmente qué es lo que están comprando cuando las etiquetas dicen "todo natural", "orgánico" o "ecológico"?
Para que los productos alimenticios se certifiquen como "orgánicos", los agricultores tienen que cumplir con una serie de condiciones y procesos estrictamente controlados, como evitar productos químicos sintéticos y sustancias como fertilizantes, pesticidas, antibióticos y aditivos.

La tierra en la que se cultivan alimentos vegetales "orgánicos" debe estar libre de productos químicos sintéticos prohibidos durante al menos tres o más año. También se excluyen los usos de organismos genéticamente modificados, irradiados y residuos biosólidos. 

Los productos que consideramos orgánicos deben cultivarse separados de sus homólogos no certificados para evitar la contaminación cruzada. También se requiere mantener registros detallados de producción y ventas, incluida la documentación de almacenamiento, procesamiento, embalaje y envío. Se llevan a cabo inspecciones periódicas in situ para garantizar que no se produzcan ninguna de estas infracciones.

En términos generales, la agricultura "ecológica" utiliza principios que se basan en el deseo de mantener relaciones armoniosas entre la producción de alimentos y el medio ambiente, respetando los ciclos biológicos.